El primer consejo gira en torno a la limpieza. Se recomienda usar diariamente un jabón en líquido (para piel grasosa) y aplicar una vez por semana una mascarilla de harina de avena.
En cuanto a la hidratación, se aconseja un humectante sin grasa para que no reseque la piel.
Si se desea exfoliar, se puede mezclar 3 gotitas de glicerina, 3 gotitas de jugo de limón y 3 gotitas de aceite de almendra y luego aplicar dicha preparación sobre el rostro para remover los desechos que obstruyen los poros, y que te causan los barros y las espinillas. Se enjuaga con agua tibia. Es importante no restregar y sólo presiona ligeramente el exfoliante en la piel.
Si un grano o espinilla ha dejado una mancha horrible, se puede aplicar un poco de loción de calamina o leche de magnesia a la mancha antes de ir a dormir.