La elección del tono de las uñas es una cuestión de gusto.

  • Los tonos naturales, discretos, que siguen las variaciones de tonos natural (marfil, via láctea, blanco, mate, beige, rosa claro) resultan favorables en todas las uñas
  • La gama de beige, via lactea y todos los blancos están en perfecta armonía con las pieles blancas.
  • Los rosas pálidos favorecen a las pieles mates u oscuras.
  • Los transparentes son soberbios pero sólo sobre uñas impecables si no, es mejor elegir el via lactea.
  • Los rojos vivos valorizan las pieles muy blancas o las francamente mate.
  • Los rosas destacan sobre pieles ligeramente morenas.
  • Los tonos burdeos se adaptan mejor a las uñas cortas y cuadradas.
  • Los nacarados hay que utilizarlos con cuidado porque pueden llamar mucho la atención.
  • Los tonos ciruela deben ponerse sobre uñas cortas y pieles blancas.
  • Los tonos muy oscuros deben ir sobre uñas cortas y mejor sobre piel clara.
  • El negro, un color marginal en los esmaltes de uñas, debe reservarse para momentos muy especiales.